En 2006 se han ahorrado 977.000 tn de CO2 por el uso de biomasa y por la optimización de las materias primas utilizadas

Las empresas fabricantes de cemento han respondido de manera eficiente a los dos primeros años del I Plan Nacional de Asignaciones de CO2 ideado por el Gobierno para cumplir con el Protocolo de Kioto y han superado sus objetivos de eficiencia. En concreto, en este primer periodo el sector en su conjunto ha conseguido ahorrar 1,47 millones de toneladas de CO2, gracias fundamentalmente a que la industria ha invertido más de 400 millones de euros en los últimos 5 años en mejoras medioambientales.

El primer PNA asignó en 2005 al sector cementero 27,8 millones de toneladas de CO2, de las que se consumieron 27,4 millones, y se consiguió un ahorro del 1,6%. Por su parte, de los 28,4 millones de toneladas asignadas por el Gobierno para el año 2006 se consumieron 27,4 y se consiguió un ahorro del 3,6%.

Esto ha sido posible gracias a la indiscutible apuesta de la industria cementera por implantar en sus instalaciones las mejores tecnologías disponibles destinadas a favorecer la reducción del consumo energético y, por tanto, de las emisiones de CO2. De hecho, a pesar de incrementarse en 2006 la producción de clinker en un 1,07% respecto al año 2005, las emisiones de CO2 se han mantenido constantes, lo que significa que se han ahorrado 10 kg de CO2 por tonelada de clinker producida.

El esfuerzo de esta industria por fomentar el uso de energías renovables (biomasa) también ha repercutido en la reducción de emisiones de CO2. La utilización de combustibles alternativos supone un ahorro de combustibles fósiles no renovables, como el carbón y el petróleo, y la disminución global de emisiones, en particular las de CO2. Además, el sector, pionero en el reciclado y reutilización de residuos industriales, ha realizado en este año esfuerzos basados en I+D+i para sustituir materias primas naturales por materiales que están total o parcialmente descarbonatados y así poder reducir las emisiones del proceso natural de fabricación del cemento. Por ambos conceptos el ahorro total es de 977.000 tn de CO2 (273.000 por la utilización de biomasa y 704.000 por reciclado y optimización medioambiental en las materias primas utilizadas en el proceso).

Por otro lado, durante 2006 dos fábricas han registrado subactividad como consecuencia de las reforma que se están llevando a cabo en sus instalaciones para ser adaptadas a las mejores tecnologías disponibles. Las paradas frecuentes han ocasionado que se produzca excepcionalmente un 25% menos en estas fábricas, lo que significa que han tenido un excedente de CO2 de 390.000 tn

Si todas las fábricas hubieran funcionado durante todo el año normalmente, no se hubiera recurrido a la utilización de residuos como combustibles (biomasa) y no se hubieran optimizado las materias primas para el proceso, el sector cementero hubiera tenido un déficit de asignación de 350.000tn de CO2. Es por ello muy importante que las administraciones apoyen la utilización de combustibles alternativos como medida eficaz para la reducción de emisiones de CO2.

En conclusión, el sector cementero está dando muestras de un inequívoco apoyo al desarrollo sostenible y con el compromiso nacional en la lucha contra el cambio climático más allá del esfuerzo tecnológico de reducción contemplado en el PNA.