MEDIO NATURAL Y BIODIVERSIDAD

Incorporamos de forma constante nuevas y diferentes iniciativas de desarrollo sostenible que consigan minimizar el impacto ambiental de nuestra actividad

Para la industria cementera la optimización de recursos naturales, la minimización del impacto en el entorno, la reducción de las emisiones atmosféricas y la eficiencia energética son objetivos prioritarios.

Gestión responsable del agua

El acceso a cantidades suficientes de agua limpia se está convirtiendo cada vez más en una preocupación global urgente. En la industria cementera somos conscientes de ello y gestionamos este recurso de forma integral y responsable, buscando incrementar la eficiencia en su uso a través del ahorro y reciclaje.

Eficiencia energética

La producción de energía eléctrica tiene un importante impacto en el medio ambiente y es otro de los principales consumos de la industria cementera, pudiendo llegar a alcanzar alrededor del 30% de los costes variables. Para reducir su consumo, se utilizan los equipos más eficientes y se hace uso de la misma en los momentos del día de menor demanda, lo que contribuye a reducir el impacto generado en la producción y en la distribución.

Mejora continua en la gestión de las emisiones

Oficemen desarrolla el Proyecto IMAGEN “Inventarios sobre Medio Ambiente y Gestión Estadística Sectorial Nacional” con el que se pretende disponer de una visión de la información pública medioambiental actual y real del sector y desarrollar herramientas, con aceptación de las administraciones públicas, para armonizar criterios en cuanto a metodología de medición y de factores de emisión atmosféricos sectoriales.

En la “Guía de Métodos de Medición y Factores de Emisión del Sector cementero en España” se recogen los factores de emisión propios para el sector cementero calculados en base a mediciones realizadas por el propio sector en los hornos de cemento, teniendo en cuenta la realidad de la industria cementera española tanto desde el punto de vista tecnológico como ambiental.

Biodiversidad: uno de los mayores retos globales para el medio ambiente

El cemento es un producto natural y su fabricación exige la utilización de materiales que se extraen de la tierra en explotaciones mineras, canteras y graveras principalmente, situadas en entornos cercanos a las fábricas.

Más allá de la mera obligación legal de restauración de las explotaciones mineras, el firme compromiso de todo el sector con la biodiversidad ha permitido la puesta en valor de esos entornos recuperados, emprendiendo actuaciones para mejorar el entorno natural al tiempo que, por ejemplo, se crean hábitats para especies de interés, se erradican especies invasoras y se introducen plantas autóctonas de alto valor ecológico. Para ello, se han realizado grandes inversiones y se han desarrollado sistemas de gestión conjunta, contando con la colaboración de universidades, instituciones y administraciones públicas, asociaciones conservacionistas, ONGs, o agrupaciones vecinales, entre otros.

Los beneficios de estas actuaciones son por tanto numerosos. Van desde el control de las inundaciones, la regulación del cambio climático o la proliferación de insectos polinizadores beneficiosos para la agricultura y flora silvestre. Además, muchos de estos proyectos de restauración y rehabilitación potencian también su función de servicio a la comunidad, y cuentan con la creación de centros de formación ambiental y de sensibilización o, incluso, se adecúan algunas zonas para su uso lúdico y deportivo.